Actitud vs Aptitud, base de la felicidad

Hoy estoy con el modo reflexivo ON a raíz de una entrevista que escuché a Emilio Duró por la radio. Hablaba que en las escuelas se enseñan muchas aptitudes: matemáticas, sociales, física, naturales, idiomas, etc, pero muy pocas actitudes. E inmediatamente hizo una reflexión y se preguntó con quien te gustaría trabajar: con alguien que tenga ganas, que quiera hacer cosas, que quiera aprender, mejorar, etc.

Todo esto tiene que ver con la actitud, no hablamos de aptitudes (Conocimientos), ya que se les presupone o, en todo caso, entre una persona con más conocimientos pero peor aptitudes y otra al revés, con quién os quedáis? Y yo me pregunto, cuántos buenos jugadores (de cualquier deporte) no han sido lo que podían ser por mala actitud.

Empezamos muy jovencitos: Me han suspendido vs he aprobado. Si me han suspendido, yo poco más puedo hacer, actitud defensiva y nula asunción de culpas. En cambio, he suspendido, la responsabilidad es mía y puedo hacer cosas para cambiar, estudiar más, dedicar más horas, cambiar de método de trabajo, buscar asesoramiento, soporte, motivación, momento en el que el foco del cambio somos nosotros.

Me impactó, en la misma entrevista, una afirmación: Los seres humanos somos seres emocionales que usamos la razón para justificar nuestros hechos. Nunca lo había visto así, creía más en un seres racionales. Pero, entiendo el punto de vista desde el hecho que, por un simple traspiés emocional (amoroso, familiar, laboral, etc.) puede hacernos no valorar todo lo que hemos conseguido. ¿Porqué no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos? Síntoma claro de que la emoción prevalece sobra la razón.

Y todo esto, llevado al mundo de los zapatos de tallas grandes, me ha hecho pensar en que muchas veces atendemos a personas que nos dicen que es la primera vez que compran por internet, que nunca lo habían hecho, que les da algo de desconfianza pero que quieren probarlo porque tienen un problema.

En este punto, la actitud (ganas de conseguir mi propósito en forma de conseguir unos zapatos de mi talla y bonitos) supera, por un lado el miedo (Desconfianza) y a la falta de aptitudes (comprar por internet si nunca lo has hecho). Así, nunca más que ahora pensar que querer es poder está más al orden del día.

Así, sólo me queda por proponer dar más importancia a las actitudes que a las aptitudes en la educación de nuestras futuras generaciones, que sabrán mucho pero si una buena actitud ni saber como tenerla les faltarán herramientas para conseguir sus objetivos, entre los cuales tiene que estar, sin dudarlo, la felicidad.

Y si nosotros podemos ayudar con nuestra actitud a hacer felices a nuestros clientes, aquí nos encontraréis!

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