Llevo tiempo pensando en escribir esta entrada y más ahora después que los hispanos se han colgado la segunda estrella en la camiseta.
El jueves pasado volví a sentir la sensación de tener un balón de balonmano en mis manos. Calculo que han pasado tres años sin tocar un sólo balón de esta fantástico deporte. La sensación fue muy bonita y las agujetas aún las llevo por todo el cuerpo,
El balonmano es un deporte muy bonito, exigente físicamente pero muy noble. Es de contacto, pero después de un par de años jugando a baloncesto, prefiero los contactos de balonmano ya que siempre son de cara y sabes a lo que te expones.
Fue un día entrañable, viendo a muchos compañeros que hacía tiempo que no veía y, lo mejor de todo, ganando a un equipo de jóvenes aún las dificultades de estar tiempo inactivo. Las ganas de competir es algo que no se olvida!!
Así que recuperé mis viejas y ya bastante duras Adidas Stabil 7 y me volví a sentir jugador de balonmano por unas horas (o quizá días porqué ya vamos preparando un nuevo partido)
Por cierto, detalle de la entrega de medallas del campeonato del mundo de Joan Cañellas de ponerse la camiseta del club de su infancia (Santa Maria de Palautordera o Palau para los amigos) equipo al que pertenecí un par de temporadas cuando militaba en División de Honor B allá por el año 1996.Todo un detalle para el pequeño pueblo de Palau.
Por cierto, a que son chulas las zapatillas?
Esperemos que el balonmano, después de esta segunda estrella, tenga el protagonismo que se merece y los niños lo vean como una alternativa tanto al fútbol como al baloncesto.
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