El orígen de la bailarina se encuentra en el balet clásico pero ya en los años 50 empezó a postularse como un elemento de moda atemporal y multiuso: pantalones, jeans, faldas, vestidos.
Todas sabemos que las bailarinas son zapatos muy femeninos de tipo plano, de punta y escote redondeado. Son sencillas y fáciles de llevar en cualquier ocasión. Aunque mejor que el pavimento sea liso porqué sino sufres la tortura máxima. Los podólogos aconsejan que se usen con moderación porqué al ser tan planos la pierna no llega a hacer la curva natural.
Las bailarinas pueden no llevar nada o ir decoradas con lazos, una tira, detalles múltiples, pompones o pedrería.
Elegantes bailarinas negras con detalle Svarovsky y sujeción a la pierna con hebilla
Los estampados pueden ser : lisos, florales, cuadriculados, metalizados.
Bailarinas de piel forradas de tela con estampado de inspiración asiática
En la suela puede llevar una tapeta plana o un poco de tacón para vestir.
Una bailarina puede ser de tantos estilos diferentes y el modelo y la horma siempre es el mismo: deportivas, formales, florales, …
En nuestro armario nunca falta una bailarina que puede ir acorde con nuestra personalidad y apariencia que queremos dar a nuestros pies.
Muchos productores apuestan por las bailarinas dentro de sus colecciones. Es un producto tan básico, fácil de producir y relativamente económico que es un valor seguro. En este sentido cada vez más marcas se atreven a producir bailarinas más allá del 41. Así que podemos disfrutar de las bailarinas en múltiples colores i diseños. Laura Amat, Hush Puppies o Dansi son un ejemplo.
Hush Puppies modelo Forum en color blanco
¿Cómo son tus bailarinas favoritas? ¿Cuáles son las bailarinas que crees que se llevan? ¿Cómo serían unas bailarinas que diseñaras tu? ¿Dónde vas con tus bailarinas? ¿Habéis ido nunca en bicicleta con bailarinas? ¿Parece difícil?
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Yo las prefiero para salir de fiesta sin importarme aparentar que soy alta.
Prefiero ir cómoda, sobre todo en eventos muy largos, porque lo de los tacones sí que se acaba convirtiendo en una tortura.
Las bailarinas y los zapatos con poca cuña siempre me han parecido imprescindibles.